Deseo expresar la emoción que siento tras haber sido elegido alcalde de Mengíbar, pues es completamente cierto que, a pesar de lo complicado de la gestión municipal y lo ingrato de determinadas situaciones que a veces surgen, no debe de haber trabajo ni posición más honrosa y apasionante que la de SER ALCALDE DE TU PUEBLO.
En esa emoción se mezclan sentimientos y sensaciones muy variadas, y éstas son principalmente de gratitud y de inmensa responsabilidad.
Gratitud, en primer lugar, a los miembros de mi equipo y de todas las personas que han hecho posible, con sus votos, mi nombramiento. Espero y deseo corresponder con acierto a su generosidad política y personal.
Y una enorme responsabilidad ante todos los ciudadanos/as, tanto los que me han votado, como los que no, que esperan de su alcalde más hechos que palabras; más soluciones que conflictos; más esperanzas que malos momentos.
Una amplia mayoría de los ciudadanos han entendido que nuestra opción política era la mejor para guiar la gestión municipal de nuestro ayuntamiento para los próximos cuatro años, lo que nos obliga a trabajar con ilusión, actitud positiva y un esfuerzo añadido, si cabe.
Me despido, haciéndoos llegar mi compromiso que este futuro equipo de gobierno gestionará los recursos públicos con pasión y limpieza, como Mengíbar se merece.
Un abrazo vecinos y vecinas de Mengíbar. Hasta pronto
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